Nos
gusta el fútbol. Es así. Pero ¿por qué?
Pues,
tal vez, porque no hace falta tener unas cualidades físicas específicas para
practicarlo (ahí están Xavi Hernández y Nikola Zigic…).
Porque
se puede practicar casi en cualquier parte (una farola y la pared de enfrente,
dos piedras de distinto tamaño, unas botellas rellenas de arena o las sudaderas
arrebujadas sirven como postes).
Porque
no hace falta ser un genio para entenderlo (aunque haya quien siga preguntando
qué es un fuera de juego).
Porque
nos pone a todos al mismo nivel (da igual si llevas traje o mono, vas a gritar
al árbitro durante el partido).
Porque
ayuda a eliminar tensión (cuando gana tu equipo te da un subidón que parece que
el gol de la victoria lo has marcado tú).
Porque
cuando te produce desilusiones te acerca más a tus compañeros de equipo (y al
perder te abrazas al de al lado como que fueseis hermanos).
Porque
da pequeñas alegrías (cuando gana tu equipo te da un subidón que parece que el
gol de la victoria lo has marcado tú)… (Esto ya lo habíamos dicho, ¿no? Es
igual…)
Porque
cuando tu selección viaja al Mundial de Brasil 2014 puede cobrar una prima de
720.000€ si gana (o lo que es lo mismo, más del doble de lo que ganaría la
selección anfitriona), de 360.000€ si llega al subcampeonato, de 180.000€ por
semifinales, de 120.000€ por octavos y de 60.000€ por cuartos… ¡por jugador
convocado! ¡Y sin contar los gastos del avión tuneado y los de
alojamiento!
¡Y sale de nuestro bolsillo!
Porque
cuando la cadena pública retransmite los partidos se gasta una media de 42.000€
por minuto de emisión.
Porque
es el deporte rey y, aunque se pidan referéndums, hay algunos a los que nunca
se destrona.
Pero da igual, nos gusta el fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario