viernes, 28 de marzo de 2014

Si eres algo de esto, puede que este año encuentres curro...


Coged bolígrafo y papel o preparad la impresora, puede que esto os interese. El Gobierno dice que el paro descenderá un 25% en 2014 y, gracias a las agencias de entendidos, ya sabemos cuáles son los perfiles más demandados por las empresas. Así que estad atentos, porque a lo mejor estáis de suerte y entráis en alguna de las categorías. 
  • Se buscan directores financieros y directores de exportaciones (o export area managers, que así suena más cool). Sí, amigos, hay vacantes para puestos directivos (¡bien, de parado a director! ¿De parado a director…?).


  • La mayoría de las ofertas se publicarán para ingenieros industriales o de telecomunicaciones. (Un momento, ¿estas ramas de ingenieros saben lo que es el paro?) Y se les valorará especialmente que tengan conocimientos de finanzas, comercio exterior o logística. (Esperad otra vez, ¿este tipo de conocimientos no son cosa de los licenciados en Económicas y Administración de empresas?)


  • ¡El sector farmacéutico pone su granito de arena ampliando plantilla! ¿Buscan farmacéuticos, químicos, biólogos? ¡No! Buscan controllers (controladores técnicos) con titulación en Económicas o ADE. Igual que las empresas relacionadas con la logística (que, por lo que parece, no quieren saber ya nada de transportistas o repartidores o lo que sea), que tienen el ojo puesto en perfiles de ejecutivos de ventas (¡yuju, más puestos con despacho!).

 

También se comenta que los expertos en TICs tendrán su oportunidad. Están de enhorabuena los entendidos en e-learning, Cloud Computing y Big Data. No obstante, el gordo del pastel se lo repartirán los Community Manager y los especialistas en SEO.  Aunque como a todo este gremio se lo llevan rifando desde principios de década, no sabemos si habrá alguien en paro…




Y hasta aquí podemos leer. Congratulaciones a los afortunados…

¿Nadie más se siente estafado?

¿Y si nos pasamos a los Euromillones? 


viernes, 21 de marzo de 2014

Ideas de ocio para tiempos de crisis



Los que hemos tenido la suerte de ser estudiantes o trabajadores antes de 2008 sabemos lo que es “salir de fiesta”: ponerse guapete, pintarse el ojo, arreglarse la perilla, gomina aquí, horquilla allá, quedar con los colegas en el bar, pedir una copa, petarlo con el temazo de turno y acabar, no sabiendo muy bien cómo, en un Kebab comiendo un durum o en el típico garito de toda la vida (de esos con el cartel de Coca-Cola o Mahou colgando sobre la entrada) mojando churros en un chocolate calentito a las seis de la mañana. Si la echabas un poco más larga, llegabas con el pan recién hecho a casa.

¿Y por qué no? Si te la pasabas estudiando como un loco o trabajando como un mulo de lunes a viernes, el sábado era para disfrutar… ¿Pero ahora? A ver quién es el guapo que se atreve a gastarse 20€ en copas, en pizzas o en una entrada a una discoteca…

¡No alarmarse! ¡Os traemos la solución!

Sí, amigos, porque aunque echéis de menos los tiempos pasados, hay que hacer de tripas corazón y descubrir nuevas formas de entretenerse para no pensar en la crisis.

Aquí os dejamos ni una, ni dos, ni tres, ¡sino diez!

1.      Desenterrad el parchís. Puede que en vez de jugar con cuatro fichas rojas, cuatro verdes, cuatro azules y cuatro amarillas tengáis que reclutar algún céntimo, botón o tapadera de bolígrafo, pero la satisfacción de contarse 20… ¡ah! Eso no se paga con dinero.

 
2.      Dadle la vuelta al tablero ¡y jugad a La Oca! Dos por el precio de uno, ¿alguien da más? Este trepidante juego es idéntico a una salida nocturna: vas de oca en oca como de bar en bar, te dejas llevar por la corriente, si te descuidas puedes caer en un pozo y, como te pases un pelo ¡puedes acabar en la cárcel! ¡Guau!


3.      Recuperad el Tetris. Seguro que en algún cajón (porque las madres lo guardan todo), perdida y sin ver la luz desde hace siglos, está vuestra antigua máquina de Tetris. Si la encontráis, no os harán falta ni amigos.



4.      Salid a dar de comer a las palomas. Esto es solo recomendable cuando hace buen tiempo. Quedad con los amigotes, traed cada uno pan duro de vuestra casa y coged un buen banco en el parque. Las horas se os pasarán volando.


5.      Montad timbas de mus, tute o cinquillo. Diversión asegurada. Y si os veis con suerte esa noche, atreveos con las 7 y media. Seguro que tenéis un kilo de garbanzos o lentejas para hacer apuestas.


6.      Haced sesiones de cine en casa. Escoged una peli del año de la Tarara (si para ello necesitáis desempolvar el vídeo y rescatar los VHS, mejor), que haga mil años que no veis y así tendréis la sensación de que estáis en un estreno. Si os rascáis el bolsillo un poco, podréis comprar unas palomitas para que la experiencia sea completa.


7.      Recordad viejos e inocentes tiempos saltándoos a un cementerio para hacer una ouija. Con llevar un folio, un boli (o lápiz…), un vaso transparente y saberse el abecedario lo tendréis hecho. Para hacer esto, poneos ropa cómoda y zapatillas deportivas. Acordaos de que ya no sois tan jóvenes y que, si os pilla la poli, hay que correr.


8.      Jugad a la botella. En casa siempre hay botellas: de vino para cocinar, de refresco, de aceite… Hacedla girar y repartid besitos. Será lo más parecido a pillar cacho en una discoteca.


9.      Reuníos en un portal, un banco, una plaza… Poned un poco de música (con la del móvil está bien) y cread ambiente para charlar.


10.  Haced una “cena de traje”. Que cada uno se encargue de algo para que, cuando estéis juntos, podáis decir: “yo traje la tortilla” o “yo traje los sándwiches de chóped”.


No os riáis, porque cuando no teníais edad ni de beber, ni de salir, ni de trasnochar, también os divertíais, ¿no? Pues eso…

martes, 18 de marzo de 2014

El gobierno español es fan de JRR Tolkien



¡Ordenada! ¡Qué contenta estoy!

Poco a poco voy viendo cómo mi sueño se hace realidad…

Sabes que yo siempre he sido muy fan de El Señor de los Anillos, y ¿qué tiene eso que ver?, te estarás preguntando. Yo te lo explico: ¡La Tierra Media ya está aquí!

Allí tienen diferentes comunidades que recelan entre sí, los elfos, la jet-set, que no quiere mezclarse con los nuevos ricos, los enanos, porque sus tesoros no les vienen de cuna, sino que han tenido que currárselo ensuciándose las manos.

También tienen a los campesinos, que viven gracias al pequeño comercio y a la economía de subsistencia. Los más afortunados de entre estos abren alguna taberna que otra donde el resto, con el poco dinero que tiene, ahoga sus penas en cerveza… O sea, los humanos.

De estos, ninguno de los dos anteriores quiere saber nada porque, además de pobres, tienen sistemas de gobierno que están… digamos de capa caída. Solo saben hablar de los viejos tiempos de gloria y eso… Vamos, que están en las últimas.

¡Pero tienen espadas y guerras constantes por el territorio! ¡Y viven con miedo y la mayoría son analfabetos porque no hay escuelas! ¡Y tampoco hospitales! Si quieren sanar de alguna enfermedad tienen que recurrir a remedios tradicionales poco efectivos o a magos… ¡A magos!

¿No te das cuenta? Nosotros también lo hemos conseguido. ¡Lo estamos petando, tía!

Tenemos los gobiernos decadentes, nos hemos cargado la sanidad para estar todos pochos y la educación para no poder hacer la o con un canuto, se han ido a la mierda los puestos de trabajo para que nos toque ir al pueblo a plantar un huerto de tomates y acelgas y ya vivimos con miedo.

¿No es genial?                                             

Vale que nos faltan un par de cosas. Para empezar eso que te decía, las espadas, así que yo, este fin de semana, me voy a Toledo a por una.

Sí, sí, no te rías porque cuando suelten a los orcos (que es lo otro que nos falta, pero que seguro que ya han comprado con el dinero que se recauda del 21% de IVA), ¡esto va a ser un despiporre!

jueves, 13 de marzo de 2014

Brevísima historia de España



Os vamos a contar una breve historia de España.

¿Por qué? Porque queremos que aprendáis algo, jolines. No va a ser todo jujú y jajá. Porque saber de historia ayuda a entender el pasado para construir el futuro.

Empezamos:

Los griegos, cuando se quedaron sin tierras que cultivar, entraron en crisis. Entonces emigraron y encontraron la actual España (y algún sitio más). Fundaron ciudades y a la vuelta escribieron La Odisea (nos reímos nosotros del Interrail, ¡ja! Eso sí que fue un viaje, y no el de los hobbits). Se lo pasaron chachi.

Los romanos comenzaron a conquistar el mundo, acumularon demasiadas provincias (y ahí estaba beati Hispania quibus vivere bibere est, forever and ever), ejercieron una mala gestión, entraron en crisis y se les fue la pinza (tanto, que un emperador nombró cónsul a su caballo). Construyeron circos con leones y tigres que se comían a los exaltadores del terro… Del cristianismo. Se lo pasaron chachi.

Los reyes godos se confiaron demasiado, se pusieron nombres tontos como Chindasvinto o Wamba (buluba balan ben bú. De ahí sacó la idea Little Richard para Tutti Frutti). Llegó el Islam. Se dieron de tortas. Apareció el Cid y, al final, nos dejaron la bonita ciudad de Toledo. Se lo pasaron chachi.

Los islámicos fundaron emiratos, califatos, reinos de taifas. Se bañaron mucho. Se dieron de leches con el Cid, con el Gran Capitán (que después se dedicó a hacer queso) y demás héroes del otro bando, pero entre jaleo y jaleo, tuvieron tiempo de inventar el cero (sí, sí, el número cero). Y se lo pasaron chachi.

(La parte del siglo XVI nos la saltamos, que dicen que fue “el siglo de oro”.)

En el XVII los reyes se nos empiezan a quedar tontos (lo de “entre prima y primo, más me arrimo” desgasta la genética), se nos estropearon las tierras, nos asolaron las epidemias y se preparó la del copón. Pero nos quedó Velázquez con sus Meninas, y gracias a sus cuadros, parece que la crisis se quedó en ná. Aún así, se lo pasaron chachi.

En el XVIII se alzaron y cayeron los déspotas, en el XIX tuvimos que levantarnos para que Goya retratase al país en medio de un fusilamiento, y tuvimos a Pepe Botella, y una república, y luego monarquía otra vez… ¡Un despiporre! ¿Y alguien se quejó? No… Porque se inventó el concepto de “clase media”, se fue realista, romántico… La cagamos en Trafalgar, sí, pero un peñón menos del que preocuparnos. ¿Sabéis qué? En el fondo, se lo pasaron chachi.

¿Y el siglo XX? ¿Qué nos decís del siglo XX? Un rey salió por patas, hubo otra república, luego hubo unos años en los que los librepensadores, artistas y eruditos tuvieron que marcharse cagando leches, en los que te podían meter en la cárcel por vago y/o maleante y en los que se construyeron pantanos. Que hacían falta… Llegó la Constitución… ¡Y ahí sí que nos lo pasamos chachi!

Y, ¿y qué? ¿Fuimos felices y comimos perdices? Queríais que se acabase el cuento, ¿no?

¡Cómodos! ¡Y vagos! ¡Eso es lo que sois!

¿Queréis desterrar las tradiciones nacionales? ¡No habéis aprendido nada de esta breve clase de historia!

Todos estos datos nos enseñan que España… ¡España es sinónimo de crisis!

Pero no os preocupéis, si dejamos de autocompadecernos y continuamos manteniendo esta tradición, tendremos un puesto asegurado en los libros de historia.

Dejad de comeros el coco y empezad a pasarlo chachi.