lunes, 16 de junio de 2014

Haz cola y espera si quieres frenar el desempleo



No nos gusta esperar ni pagar “de más” por los productos que adquirimos o por los servicios que demandamos.

Y es que el mundo en que vivimos no admite demoras, nosotros no tenemos paciencia y, por supuesto, no están las cosas como para andar esperando e ir regalando unos centimillos por ahí que podrían emplearse en otra cosa o, mejor aún, ahorrarse.

Sin excepción, cada uno de nosotros, guiados por estas premisas, pasamos nuestros días yendo de aquí para allá buscando la vía más rápida para solucionar nuestros quehaceres, disminuir el tiempo de nuestras esperas y reducir el tamaño de nuestras facturas.

Luego, cuando acaban nuestras jornadas y nos apoltronamos en el sofá para ver las noticias, nos quejamos de que sigue aumentando el paro.

Y con razón, porque es muy injusto que millones de personas se queden en la calle, en paro, sin un puesto de trabajo que les permita sobrevivir (que lo de vivir ya son palabras mayores), y nos preguntamos en qué estarán pensando las empresas y los gobiernos para consentir que esto siga ocurriendo, qué se les pasará por la cabeza para no tomar cartas en el asunto o para continuar tomando  las cartas equivocadas…

Pero ninguno pensamos en que, parte de la culpa, podemos tenerla nosotros…

Somos víctimas de la crisis, sí, pero también verdugos del sistema.

La próxima vez que nos espante el aumento del desempleo, quizás deberíamos pensar en las veces que utilizamos las cajas automáticas de los supermercados, las veces que repostamos combustible en las gasolineras de autoservicio, las compras que realizamos en grandes cadenas en lugar de en pequeños comercios…

Somos demasiados millones viviendo juntos como para permitirnos el lujo de consentir que la tecnología y la comodidad del “autoservicio” nos roben puestos de trabajo.