viernes, 28 de febrero de 2014

¡A EMBARAZARSE SE HA DICHO!



¡Cuidado nacidos en los ’80! ¡Se acercan tiempos oscuros y aciagos para vosotros!

¿La crisis? Sí, pero no la económica…

¡Chicos! ¡Estamos entre los 34 y los 25 años…!

¡La crisis de la madurez! Ya no somos jóvenes, por el amor de dos…

¿O es que a ninguno de vosotros os han dicho ya eso de: “Bueno, ¿y tú para cuando?” en una boda?

Tampoco nos podemos creer que la típica vecina metiche no os haya insinuado que se os va a pasar el arroz.

No estáis a lo que tenéis que estar. Mira que pasaros el día mirando Infotrabajo en busca de ofertas, o paseando arriba y abajo por los Verscas y los Mercamona echando currículos, en lugar de estar en los bares buscando a vuestros futuros cónyuges…

¡Que hay que sentar la cabeza! Signifique eso lo que signifique…

Si no os ponéis las pilas, la pirámide de población se va a escogorronciar, porque la base va a ser chiquitita y la cúspide enorme. O sea, que estará al revés. ¡Quién va a pagar las pensiones, inconscientes!

¿Pensiones? Esperad, que para cobrarlas hay que trabajar antes… Bueno, olvidadlo. Como que no hubiésemos dicho nada.

jueves, 27 de febrero de 2014

Cosas que soñabas cuando estabas en la "uni"



Si sois de los que os matriculasteis en la universidad a principios de la década pasada (como nosotros) seguro que durante las largas noches de estudio en las bibliotecas, los pisos compartidos, aularios o en la soledad de vuestros dormitorios os deleitabais imaginando lo que ibais a vivir durante los años que ahora vivimos.

¿A que no acertasteis? ¡Pringados! (¡Como nosotros!) Ja, ja, ja… Parece que os estamos viendo: los apuntes desparramados en la mesa (los vuestros y los del compañero/a que no se saltaba una sola clase, que aunque tenía una letra chapucera y horrorosa, siempre sacaba notazas), un par de hojas en sucio para hacer esquemas, algún que otro rotulador fosforito, con un bolígrafo en la mano dándoos toquecitos con él en el labio o en la cabeza (como que si eso ayudase a sintetizar mejor el temario) y con la vista perdida en la lámpara del techo… Con sonrisilla de bobos, nos animamos a añadir.

Pensabais que, a estas alturas, tendríais una nómina, vuestro propio ordenador dentro de un cubículo (los más osados fijo que veíais un despacho), con una tarjeta para fichar… Otros añadíais una bata blanca a vuestros sueños para moveros con estilo entre centrifugadoras, hornos y probetas… Algunos os creíais que tendríais un maletín para llevar informes, ¡y hasta móvil de empresa! Por descontado, algún ingenuo se imaginaba a sí mismo frente a una clase de jóvenes estudiantes que lo mirarían con silencioso pasmo. ¡Ja! Os tragasteis (nos tragamos) que después del máster y/o del doctorado el mundo real os haría un hueco.

Ay, pero qué tontos que fuimos… Esto no ha pasado por no prestar la suficiente atención en la clase de literatura. ¿Acaso no recordáis lo que decía Calderón de la Barca?

¿No? Por los cojones vais a encontrar un trabajo…

Está bien, os lo recordamos:

“¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”

Pues eso…